Divorcio para evitar deudas

El divorcio o las capitulaciones como herramienta para protegerte de deudas.

Deudas y divorcio.

El divorcio es el proceso normal para terminar con la unión de una pareja. La principal causa, es la ruptura de los lazos afectivos y una de sus consecuencias también es el fin de la vida económica en común.

Hoy en día, uno de los principales motivos de separación o divorcio es el económico. Como dice el refrán... "cuando el dinero sale por la puerta el amor salta por la ventana".

Capitulaciones para deudas.

Sin embargo, no siempre se desea o es posible el divorcio. En esos casos, usaremos capitulaciones para evitar deudas. Esta fórmula nos permite mantener la relación sentimental, pero regulando la relación económica entre la pareja para protegernos de deudas.

Uno de los objetivos que persiguen muchas parejas al divorciarse o hacer capitulaciones, es terminar con la pésima gestión económica del otro. Volver a empezar, pasa por protegernos del "socio sentimental" que nos ha arruinado o nos puede arruinar.

Esta solución, es posible con la nueva Ley de la Segunda Oportunidad.

Tú con tus deudas, yo con lo mías.

¿Por qué me he de quedar yo con tus deudas?.

La aplicación de la nueva Ley de la Segunda Oportunidad, permite distinguir qué deudas son de uno y qué deudas son de otro.

En las relaciones matrimoniales, la mayoría de las deudas forman parte de la sociedad conyugal, por lo que ambos miembros de la pareja, son responsables de su pago. Aunque las haya contraído un miembro de la pareja, las deudas son de los dos. Esto es especialmente así, cuando el régimen económico matrimonial es el de gananciales.

Además, cuando la deuda se oculta o se silencia, el problema crece sin remedio. Tarde o temprano, la situación termina explotando y se hace necesaria una solución urgente del problema:

- - Aclarar de quién es cada deuda.
- - Repartir los bienes.
- - Incluso cobrar una pensión del otro, convirtiéndote así en un acreedor más de carácter privilegiado.

Éstas y otras, son algunas de las situaciones que permiten que el divorcio para evitar deudas, sea una realidad cada vez más extendida en España. La colaboración de la pareja que ha provocado las deudas, simplifica las cosas. Sin embargo, aunque el otro no colabore, también es posible librarse de las deudas cuando no has sido el culpable de haberlas generado, ni tampoco te has beneficiado de ello.

El divorcio para evitar deudas en la Ley de la Segunda oportunidad.

Divorcio para terminar con las deudas.

El fin del vínculo económico generado con el matrimonio, supone dejar también de compartir deudas y mala gestión patrimonial. Todo esto se gestiona y aclara acogiéndote a la Ley de la Segunda Oportunidad.

Capitulaciones para repartir deudas.

También existen medidas menos drásticas para cuando a pesar del desastre financiero, el amor persiste. Cuando no quiere optarse por el divorcio como remedio para evitar deudas, cabe también un cambio del régimen económico matrimonial. Simplemente, se trata de modificar o crear si no existe, el "pacto" que rige las condiciones económicas de la pareja.

Confiar en abogados especialistas en la Ley de la Segunda Oportunidad, nos permitirá conseguir el resultado esperado.