Deuda Administración: ¡Obtén el perdón de tus deudas y comienza de nuevo!

La Comunidad Europea ha dejado claro: ¡el perdón total de las deudas es una exigencia! Queremos que todos los estados miembros cumplan con esta normativa y permitan el verdadero alivio financiero que tanto necesitas. Sabemos que las deudas con la administración pública son una de las principales preocupaciones para muchos, pero ¡hay una salida!

Gracias a la Directiva Europea (UE) 2019/1023, el perdón de la deuda con la Administración es ahora una realidad.

¡Obtén el perdón total de tus deudas con la Administración Pública y comienza de nuevo con Abogado del Deudor!

A partir del 17 de febrero de 2021, los estados miembros de la Comunidad Europea están obligados a permitir el perdón de todo tipo de deudas, incluyendo aquellas con la Administración Pública como Hacienda y Seguridad Social. Esta es una oportunidad única para liberarte de la carga económica que tanto te ha afectado.

El objetivo del perdón de la deuda con la Administración

El objetivo del perdón de la deuda va más allá de lo económico. Su propósito es prevenir la proliferación de la economía sumergida y la circulación de dinero en negro. Si no se permite un perdón efectivo de la deuda, se condena al deudor a vivir excluido del sistema. Esto significa que la persona insolvente se verá obligada a trabajar en la economía sumergida, buscando cobrar en efectivo para eludir la acción de la justicia y los embargos. Al encontrarse fuera del sistema, el deudor no pagará impuestos a Hacienda y su empleador no realizará las cotizaciones correspondientes a la Seguridad Social. Estas prácticas no solo perjudica al Estado, sino también al entramado económico y laboral del país.

Un estado que fomenta una economía paralela, escapando de su control, provocará consecuencias nefastas a medio y largo plazo, tales como:

- Menos recursos públicos disponibles para inversiones y servicios.

- Mayor inseguridad jurídica y falta de garantías para los ciudadanos.

- Pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

- Reducción de las garantías sociales y disminución de la protección laboral.

- Menor bienestar y calidad de vida para la sociedad en su conjunto.

Es evidente que permitir el perdón de la deuda es fundamental para evitar estas consecuencias perjudiciales tanto a nivel económico como social.

Beneficio del perdón: reintegrar a los deudores insolventes en el sistema.

La opción más provechosa es renunciar al cobro de cantidades que, en la práctica, tampoco se recuperarían. El deudor buscará evadir la acción de la justicia trabajando al margen del sistema para permanecer en el anonimato y preservar los fondos necesarios para subsistir. Al renunciar al cobro de los créditos privilegiados "irrecuperables" por parte de la Administración, se brinda al deudor la oportunidad de reintegrarse al sistema y volver a pagar impuestos y cotizaciones.

En términos generales, la cantidad que el Estado percibirá como resultado de esto será considerablemente mayor a lo que se dejó de cobrar al perdonar la deuda incobrable. De esta manera, se brinda una auténtica segunda oportunidad al deudor que beneficia a todas las partes involucradas: tanto al propio deudor como al acreedor.